viernes, 2 de noviembre de 2012

“El cadáver es de tu padre, pero no era tu padre”

La identificación de restos humanos con ADN de familiares destapa infidelidades, adopciones secretas y enfermedades genéticas. Los expertos trabajan en normas éticas para gestionar estos hallazgos incómodos
Y, entonces, aparecen hallazgos muy incómodos: el ADN de un cadáver puede no cuadrar con el de su supuesto hijo, pero sí con el de su hermano. Los forenses pueden descubrir, en medio de una tragedia, que un recién huérfano es fruto de una infidelidad secreta o fue adoptado y no lo sabe. O, incluso, el análisis del ADN de un cadáver puede revelar indicios de enfermedades genéticas, como la esterilidad. ¿Qué hace un científico que se da de bruces con estos hallazgos no buscados? ¿Le dice a un hijo que busca a su padre que, efectivamente, los restos humanos hallados en un atentado pertenecen a la persona que busca pero que en realidad no era su padre? ¿Le revela que puede ser estéril?Saber mas...
Tras los atentados del 11-S se analizó el ADN de 19.963 restos humanosTras los atentados del 11-S se analizó el ADN de 19.963 restos humanos

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