Un almacén de ataúdes asentado en la zona industrial de Riego de la Vega es el último lugar en el que los amigos de lo ajeno se han fijado para llevar a cabo sus propósitos ilícitos, llevándose de madrugada y de unas instalaciones que se encontraban sin vigilancia en el momento de producirse el suceso un número indeterminado de féretros que estaban preparados para su distribución a empresas del sector funerario, según la información a la que ha tenido acceso La Crónica de León.Saber mas....
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