miércoles, 14 de marzo de 2012

Que usted pasee en paz

Las lápidas son una rareza absoluta dentro de la ciudad. La calle del Maestro Uriararte, una cuesta que se inicia en Padre Isla y culmina en la avenida de Asturias, tiene toda una acera en cuyos bordillos se pueden leer leyendas fúnebres, como «sepultura perpetua». También se pueden identificar claramente nombres como Daniel Redondo o fechas de enterramiento, como una lápida de 1890 —año en el que León sólo tenía un camposanto—. Por los datos recopilados, estas lápidas bien podrían haber sido trasladadas desde el propio cementerio, muy cercano a la calle, o también pudieron ser recicladas de la plaza Mayor de la capital, en la que se podían ver hasta no hace muchos años lápidas del viejo cementerioSaber mas...
Lápida en la calle del Maestro Uriarte, en el barrio de San Esteban, donde parece leerse el nombre de Daniel Redondo.

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